El plan para que la naviera Odiel operara un ferri de carga entre Costa Rica y El Salvador quedó descartado un año y siete meses después de que el Gobierno lo presentara como una iniciativa para mejorar la competitividad del país.

Para cerrar el trato, solo faltaba que la compañía marítima y el concesionario de Puerto Caldera fijaran la tarifa de los servicios portuarios, pero nunca se llegó a un acuerdo.

Así lo informó Jhon Fonseca, viceministro de Comercio Exterior, una de las entidades encargada de asegurar las condiciones necesarias por parte del Estado. El cierre de las negociaciones también lo confirmaron los representantes de la naviera y del muelle.

Con el servicio de ferri de carga se pretendía que los comerciantes pudieran transportar sus mercanías –camiones con contenedor y chofer, así como contenedores solos– de una manera más expedita y barata. En marzo del 2016 se anunció que el primer viaje se haría en julio de ese mismo año, pero luego se postergó indefinidamente.

Según Ricardo Ospina, gerente general de la Sociedad Portuaria de Caldera, todo concluyó cuando Odiel les informó que no le resultaba rentable iniciar operaciones con las tarifas que cobraría el puerto.

De acuerdo con Ospina, a la naviera se le propuso un cobro por servicios portuarios $0,70 (70 centavos de dólar) por cada tonelada en el caso de los camiones, y $8 por cada tonelada de los contenedores sin cabezal.

“Se les ofreció un descuento muy significativo (para los camiones), estamos hablando de que la tarifa bajaba en cerca de un 90%, pero después quisieron ampliar el servicio a otro tipo de carga, es decir solo el contenedor y querían una tarifa diferenciada también para ese tipo de servicio”, dijo Ospina.

El gerente explicó que el descuento que Odiel solicitaba habría constituido una competencia desleal pues no está contemplado en el tarifario del puerto, el cual se basa en los precios mínimos y máximos establecidos por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep).

Odiel, entre tanto, sostiene que el rebajo habría sido la única forma de que el negocio fuera rentable. Adriana Jiménez, representante de la compañía en Costa Rica, lamentó que no se haya adecuado el tarifario para crear una nueva categoría de servicio, lo cual, en su opinión, habría solucionado el desacuerdo.

“Si hay una disposición de considerar añadir en el reglamento un servicio de ferri como tal, nosotros tenemos varias propuestas tarifarias que se pueden pagar de acuerdo al servicio para que gane la naviera y el cliente, porque la naviera no va a poner un servicio donde va a perder”, manifestó Jiménez.

El viceministro de Comercio Exterior aseguró que el Estado cumplió con todos los requerimientos para poner a operar el servicio; sin embargo,  la fijación de la tarifa es una negociación entre actores privados.

Ahora, el Gobierno espera que el concesionario de Caldera pueda cerrar un trato con alguna otra compañía.

“Estamos en espera, en realidad no se generan pérdidas porque no hubo ningún gasto. En realidad creo que hemos hecho un trabajo que es de mucha utilidad, porque se avanza con un servicio que no existía en Costa Rica”, opinó el funcionario.

El proyecto para poner un servicio de carga multimodal (marítima y terrestre) se anunció  en octubre de 2015 por parte del presidente Luis Guillermo Solís en una cadena nacional, así como por  el entonces viceministro de Transportes, Sebastián Urbina.

Cinco meses más tarde,  en marzo del 2016, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y la naviera Odiel informaron que se cobrarían unos $800 por cada furgón. La expectativa de Odiel era mover unos 60 furgones por viaje durante los primeros tres meses de operación y luego ir en aumento.

Nuevas negociaciones

Ospina aseguró que, ante el retiro de Odiel, hay conversaciones en curso con cuatro compañías interesadas en asumir el negocio: dos chilenas y dos mexicanas.

“Ellos están interesados y están estudiando hacer una propuesta para la prestación del servicio. Vamos a ver si alguna de esas propuestas es interesante para que se pueda cristalizar”, informó el gerente.

Según Ospina, las empresas deberían confirmar si están interesadas en unas dos o tres semanas. Si llegara a aprobarse alguna propuesta, el servicio tardaría tres o cuatro meses para ponerse en marcha.

Fonseca aseguró estar al tanto sobre las nuevas negociaciones; no obstante, aseguró desconocer de cuáles empresas se trata.

“En este momento no tenemos el detalle porque esta es una operación entre privados. Entonces, el Estado no es ni pertinente ni conveniente que se involucre”, expresó el viceministro.

De concretarse algún trato, en todo caso, ya están las condiciones que debía proporcionar el Estado.

El funcionario señaló que, según tiene entendido, hay interés de parte de Nicaragua, Guatemala, México y Panamá para ofrecer un servicio similar. Según Ospina, en el mercado del transporte marítimo se habla de que después de El Salvador sería oportuno continuar con Colombia, pero aún no se ha empezado a trabajar en esa idea.

Fuente: nacion.com